jueves, 13 de diciembre de 2012

El silencioso encanto de Colonia del Sacramento



Colonia del Sacramento, conocida en el medio local simplemente como Colonia es la capital del departamento de Colonia en el suroeste de Uruguay. Está ubicada en la ribera norte izquierda del Río de la Plata y a 177 kilómetros de Montevideo. Se encuentra emplazada sobre el cabo que forman las puntas de San Pedro y Santa Rita.

Su barrio histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1995 por la Unesco al ilustrar la fusión exitosa de los estilos portugués, español y post-colonial. Este casco antiguo comprende 12 hectáreas del extremo occidental de la ciudad. El plano es de origen portugués y contrasta con el estándar que prescribía la ley española sobre las Indias Occidentales. Se caracteriza por sus calles angostas de piedra, que resaltan su tradición militar.

La Nova Colonia del Santísimo Sacramento fue el primer asentamiento europeo y la primera y más antigua ciudad en lo que hoy es territorio uruguayo, realizado en 1640 por el Maestre de Campo Manuel Lobo del Reino de Portugal. Con el apoyo de los comerciantes de Río de Janeiro, deseosos de consolidar sus negocios con la  América española, a finales de 1679 la expedición de Manuel de Lobo partía de Santos, alcanzando el Río de la Plata  en enero del siguiente año. 

El territorio formaba parte de la Gobernación del Río de la Plata y se hallaba al oeste de la línea fijada por el Tratado de Tordesillas, pero ante las imprecisiones de dicho tratado y de los métodos de medición de la época, los portugueses consideraban que la línea debía extenderse hacia el oeste del meridiano fijado por los españoles y solían incluir a toda la Banda Oriental dentro de su reclamación. 





El asentamiento se ubicó frente a Buenos Aires, en el territorio oriental del Río Uruguay que pretendía la Gobernación del Río de la Plata, perteneciente a España, así como del Reino de Portugal. Además de la finalidad militar, el establecimiento de Colonia atendía a los intereses del sector mercantil de la burguesía portuguesa interesada en recuperar el acceso de intercambio con Buenos Aires, legalmente protegido por el privilegio "de asiento". La supresión del monopolio portugués del suministro de esclavos africanos en 1640, cortó la posibilidad de envío a la América española de productos brasileños como el azúcar, el tabaco y el algodón y de productos manufacturados europeos a cambio de plata peruana. 

El casco histórico de Colonia fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995. Su arquitectura es una fusión de estilos arquitectónicos españoles, portugueses y post-coloniales. La singular preservación del entorno ha permitido la utilización de sus calles como exteriores de varias películas de época como De eso no se habla (1993) de María Luisa Bemberg con Marcello Mastroianni como protagonista. La Calle de los Suspiros es una de las más típicas y conocidas. 

En la Punta de San Pedro se encuentra el faro que fue construido en el año 1875 y está constituida por una torre de mampostería pintada de blanco con ruinas de una de una edificación antigua de pie. Tiene una cúpula a franjas radiales rojas y blancas. Su altura focal es de 34 metros sobre el nivel del mar y su característica es de un destello de luz blanca cada 9 segundos, siendo visible a 6,4 millas en tiempo claro.

Luego de casi 200 años el hoy llamado Barrio Histórico de Colonia del Sacramento era ruina, destrucción y abandono. Era un sitio olvidado y el último lugar que alguien eligiría para vivir. 





En 1968 Federico García Capurro y Jorge Otero Mendoza convencieron al antonces presidente Jorge Pacheco Areco de la importancia de recuperar el Barrio Histórico. Hasta ese año diferentes iniciativas habían tenido lugar, pero ninguna había prosperado y se habían limitado a intervenciones puntuales, como la que tuvo lugar en la Catedral, en la década de los años 50, motivada por las filtraciones de agua.

Las obras incluyeron la reconstrucción de toda la muralla visible al día de hoy, que en 1969 no existía, la Puerta del Campo, reconstruida con algunas piedras originales y nuevas, el Museo Español, el Museo Portugés, la Casa de Nacarello, el Museo Indígena, la Casa del Virrey en las ruinas del convento. 

En la Punta Santa Rita, del lado norte del Cabo, hay un pequeño puerto para embarcaciones deportivas y de recreo llamado Puerto Viejo. La capacidad de amarre es de más de 160 embarcaciones. Es lugar de llegada de las Regatas del Río de la Plata. 

Algunos de los lugares imperdibles al visitar Colonia son las siguientes: 

Puerta de la Ciudadela: También llamada Puente del Campo está ubi, el fuerte, los muros cada frente a la actual Plaza de 1811. Se inauguró en 1754 en el período del gobierno de Vasconsellos. La puerta y el puente tendido sobre el foso, los pilares de piedra, el fuerte, los muros y el pavimento conforman un notable centro de interés histórico. Su puente levadizo era la única puerta de acceso que tenía Colonia. Sus bases de apoyo eran de piedra y de cal, su piso de tablones fuertes unidos por gruesas vigas y una baranda.

Calle de los Suspiros: En este punto de recuerdos de callejuelas angostas y casas con tejas descoloridas, adornadas de manchados balcones con musgo aun corretean los viejos y olvidados duendes de Colonia del Sacramento. La característica calleja de piedra de los siglos XVI y XVII. romántica y atesorada, hoy aun conserva las características de su fundación. Encontramos casas portuguesas y españolas. diferenciando las portuguesas por sus techos a dos o más aguas, con ventanas enrejadas de barrote cuadrado con aristas y un arabesco al centro y las españolas con un techo de azote y el enrejado de las ventanas de barrote redondo y liso. Esta antigua callejuela, rodeada de casas rosadas con techos de tirantería. cañas aseguradas con tiento y adobe, son el objetivo ideal de la fotografía de cada visitante, engalanada con la armonía de su edificación  y la presencia del río al final del empedrado. 





El Faro: El faro de Colonia del Sacramento tiene una historia imposible para olvidar, tanto para sus vecinos como para la infinidad de buques que vio pasar. Tantos fueron los naufragios ocurridos en la zona que la necesidad de alumbrar la ciudad durante la noche comenzó a hacerse sentir entre sus habitantes. Las seculares ruinas del convento de San Francisco Javier corresponden a una de las más antiguas construcciones de Colonia del Sacramento. Los anchos y elevados muros de piedra aun se mantienen en pie. Delante, y avanzado hacia la plaza, se ubica la Capilla de la Concepción, cuyos cimientos se encuentran actualmente descubiertos y a la vista. 

Colonia del Sacramento guarda un tesoro único que puede descubrirse mientras se transita por sus calles empedradas. Ese tesoro no es otro que sus museos, que permiten al visitante adentrarse en la historia del lugar, así como también en las poblaciones que las habitaron desde sus años fundacionales.

Un folleto turístico da cuenta de la existencia de ocho museos distribuidos por las calles de la vieja pero siempre radiante Colonia del Sacramento, los más importantes son:

Museo Histórico Portugés: Una construcción portuguesa del siglo XVIII guarda en su interior un viejo escudo, muebles, armamento y reproducciones de objetos de época y mapas cartográficos. 

Museo Casa Nacarello: Llamada también la Casa Rosada, construcción portuguesa del siglo XVII, emplazada junto al Museo Municipal, nos muestra con una sensibilidad refinada la vida de una familia tipo en 1750. Sus paredes de piedra y sus techos con entramado de madera fueron las partes más corroidas con el pasar del tiempo. Fue abierta al público en 1944. 




A estas construcciones portuguesas, como ocurre también con el Museo Municipal, llegó también la influencia española, que en general se dio con la incorporación de tejas, terrazas y distintos tipos de cielorrasos.

El Museo y Archivo Histórico Regional: Muestra, de manera clara la información y la documentación que manejaban Portugal, España, Inglaterra, Francia, y, más tarde, Brasil, Argentina y Uruguay sobre este lugar del mundo.

El Museo Indígena Roberto Banchero permite apreciar las huellas que dejaron en toda la región las culturas indígenas antes de la llegada de los conquistadores europeos. Se destacan las boleadoras, puntas de flecha, morteros y algunas cerámicas que eran moldeadas por los pueblos originarios de estos sitios.

Años más tarde, en 1777, comenzaron a poblar el área algunas familias españolas. Esto se puede apreciar puertas adentro del Museo del Período Histórico Español, que se ubica en una vieja casona portuguesa del siglo XVII. 

Museo del Azulejo: Frente el Río de la Plata sobre el Paseo de San Gabriel, una pequeña casa de piedras y techos bajos esconde un verdadero tesoro que atrae a todas las generaciones que pasan por el lugar y que deciden visitarlo. De colores blanco, celeste y azul en su gran mayoría, la enorme variedad de azulejos que allí se exhiben permiten entender la inmigración que recibió Colonia del Sacramento a lo largo de los siglos desde su primera fundación portuguesa. Este bello museo fue inaugurado en 1988 y aun hoy lleva a entender a los visitantes el origen de los azulejos blanqui-azulados que indican lugares y calles. 

Calles angulares, angostas y pavimentadas, con piedra de cuña, con desagüe central, gruesos muros de piedra, techos de piedra a dos y cuadro aguas, pisos de cerámica y de piedra conforman una postal inolvidable para quienes tienen el privilegio de contemplarla. Un entorno de maravilla que embruja y fascina con su magnetismo. Por ello, descubrir Colonia es un verdadero encanto. 








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