miércoles, 13 de mayo de 2015

Avenida de Mayo, columna vertebral de Buenos Aires

Café Tortoni, situado en la Avenida de Mayo 825, verdadero emblema de la ciudad: Mesa que utilizaban Jorge Luis Borges y Carlos Gardel, entre otros ilustres exponentes de la cultura porteña


La Avenida de Mayo, situado en el barrio porteño de Monserrat, fue el primer bulevard que tuvo la Ciudad de Buenos Aires y la columna vertebral del centro histórico y cívico de dicha urbe. Nació opulenta y majestuosa y se transformó, con el tiempo, en símbolo de las relaciones argentino-españolas y el escenario de todas las manifestaciones sociales porteñas. Fue la primera avenida de la República y de toda Sudamérica.

Se inauguró oficialmente el 9 de julio de 1894, con el pretexto que sirviese de pulmón de la población que se concentraba dentro del sector central de la urbe y fuera. además, la vidriera de presentación de la ciudad al mundo. 

Su planeamiento fue muy debatido y resistido pues requirió la expropiación y demolición de construcciones pertenecientes a la alta sociedad, además de considerarse sumamente costoso. Su realización se inspiró en los bulevares de París, pero la caudalosa vertiente inmigratoria española tipificó su carácter hispánico al poblarse de teatros de zarzuelas, cafés similares a los de Madrid, ateneos, asociaciones literarias y peñas formadas por ellos, influyendo en su arquitectura, razón por la cual se la suele comparar con la Gran Vía madrileña.

Se convirtió en el grandioso escenario de la vida pública de principios del siglo XX y los frentes de sus sofisticados edificios de estilo art nouveau, neoclásico y ecléctico, constituyeron el magnífico marco de recepción de los ilustres visitantes extranjeros. Es, tal vez, el mejor ejemplo urbano de la prosperidad de la Argentina de principios del siglo XX: debajo de ella circula el primer subterráneo (metro) que hubo en el Hemisferio Sur. 

La ciudad de Buenos Aires inició un importante desarrollo a partir de 1880, año en que fue designada capital de la Nación Argentina, siendo intendente de la ciudad Torcuato de Alvear.


Palacio Vera, máximo exponente del art nouveau en Buenos Aires


El impulso generado por las obras portuarias y los ferrocarriles incrementaron el comercio, la inversión y la inmigración que se centró en la urbe. Los políticos y literarios conocidos por el nombre de Generación del 80 rindieron culto al progreso y trabajaron estrechamente con inversiones extranjeras, buscando transformar la gran aldea en una ciudad moderna y avanzada. Imitando las ideas europeas imperiantes del momento, consideraron que amplios bulevares contribuirían a lograrlo.

Alvear buscaba hacer más atractivas las calles del centro de la ciudad y con ese objetivo, en febrero de 1882 se dirigió al Ministro de Interior de la Nación para pedirle que se declarara de utilidad pública y se permitiera la expropiación de las manzanas comprendidas entre las plazas de la Victoria (actual Plaza de Mayo) y Plaza Lorena y entre las calles Rivadavia y Victoria (hoy en día, Hipólito Yrigoyen) en los sectores que fueran necesarios para la apertura de una avrnida. La construcción de la avenida presentó un gran desafío para las autoridades de la época. Previamente se la conoció por el nombre de Avenida de los Pleitos.

El 25 de mayo de 1888 se inició la destrucción de los edificios públicos más antiguos, todos ellos situados sobre la Plaza de Mayo: la Casa de la Policía, los tres arcos del lado norte del Cabildo, el Cuartel de Bomberos y se expropiaron 13 manzanas para lograr su ensanchamiento. Sin embargo, la totalidad de la trayectoria se completaría recién en septiembre de 1894. El costo resultó ser de 14 millones de pesos, a pesar de que de los 115 inmuebles afectados, 85 fueron cedidos por sus propietarios a cambio de la exoneración de impuestos.

La avenida tuvo, desde su inaguración, 30 metros de ancho, compuesta por veredas de 6,5 metros  y calzadas de 17 metros, mientras que la altura de los edificios se fijó entre 20 y 24 metros, sin contar los techos de mansarda. 

Copiando las ideas de París, tenían en algunas esquinas sótanos donde se guardaban los instrumentos de limpieza y a ambos lados sendos túneles (que aun existen, aunque hoy en día están en desuso) a un metro y medio por debajo de la línea de edificación, que transportaban las cañerías de agua corriente, gas y cables. Desde 1893 a 1923 funcionaron, imitando a Londres, minigitorios debajo de la avenida, en las esquinas y en el centro de la calzada. 

Para la iluminación se utilizaron lámparas a gas sobre columnas de bronce que se completaban con alumbrado eléctrico instalado en cada cuadra sobre tres refugios ovalados colocados sobre el centro de la calzada. 



"London City" (Perú y Avenida de Mayo), café notable de Buenos Aires. Fue en este lugar que Julio Cortázar escribió su novela "Los Premios"


En París, la estricta regularidad de sus calles siguiendo el estilo hausmaniano, con construcciones estándar y simétricas terminó aburriendo a sus ciudadanos y pasó rápidamente de moda, obligando en 1882 a modificar las normas de edificación. Pero en la Avenida de Mayo varios de aquellos preceptos se perdieron en parte por influencia de la propiedad en manos de particulares y de los arquitectos que proyectaron obras con reglas más flexibles lo que convirtió a la arteria en un mosaico de estilos, pero manteniendo algunos lineamientos, como por ejemplo, la continuidad de los balcones, lo que permitió una expresión menos rigurosa. 

Aunque se impusieron normas para uniformar las características de los edificios, la fragmentación de los terrenos ayudó a la aparición de casos singulares Un ejemplo de como la diversidad de las construcciones no impidió una realización coherente del conjunto, puede aun hoy observarse en la acera norte del primer tramo de la avenida: allí se levantan el ex Palacio de Gobierno (hoy en día éste se encuentra en la zona sur de la ciudad. Se trata de un imponente edificio sustentable realizado por Norman Foster), construido entre 1891 y 1902, basado en un proyecto del arquitecto Juan Antonio Buschiazzo, de impromta itálica y mansarda afrancesada, el suntuoso edificio que ocupaba el diario La Prensa, de estilo neobarroco, realizado por Carlos Agote y Alberto Gainza (hoy sede de la Casa de la Cultura, lo que fue la sucursal de la tienda Garth & Chaves, cuya cúpula remite al academicismo, pero el resto de su fachada fue tendiendo a una oposición al mismo, con mucho uso del vidrio, y ornamentos aplicados, en gran parte desaparecidos. 

A esta ecléctica producción se le añadiría entre finales del siglo XIX y principios del XX la vertiente art nouveau que, sin embargo, no destruyó la armonía del conjunto. Así las figuras oníricas, las sirenas, los ángeles, las flores, los firuletes de hierro y de mampostería, se esparcieron por los balcones, las fachadas, los portones, los techos de pizarra, las cúpulas suntuosas, como en París, Barcelona y Madrid, mezclados con elementos de los estilos Luis XIII y Luis XIV, y ornamentación de carácter italiano incluidas por algunos arquitectos. 

Los primeros edificios construidos fueron principalmente hoteles que anteriormente se hallaban en la zona portuaria. Varios de ellos eran de lujo, destinados a captar a los extranjeros que venían por motivos de negocios. El Metropole poseía comodidades que no contaban ni siquiera los mejores establecimientos europeos. El Majestic se inauguró en mayo de 1910, era de una aseguradora, pero se remodeló como hotel para recibir a las delegaciones extranjeras El proyecto original fue de los arquitectos Collivadino y Benedetti.

Otro hotel muy lujoso fue el Gran Hotel España, creado en 1897 que contaba con 315 habitaciones. El Hotel Castelar, aun existente, fue construido en 1928 por el arquitecto Mario Palanti, en estilo académico. En su subsuelo funcionaba la peña Signo, importante lugar de reunión de la intlectualidad argentina y del extranjero, contando entre sus concurrentes a renombrados artistas como Alfonsina Storni, Norah Lange, Oliverio Girondo, Conrado Nalé Roxlo, Jorge Luis Borges y Federico García Lorca, quien habitó seis meses , entre 1933 y 1934, en la habitación 704 del hotel, hoy museo-habitación, y había venido al país para representar Bodas de Sangre. En el mismo subsuelo funcionaban los estudios de Radio Stenton, utilizados por la Sociedad de Amigos del Arte, como comunicadores de las actividades culturales que se realizaban principalmente en la Avenida de Mayo. 




Teatro Avenida, Sala Principal (Avenida de Mayo 1222)

Surgieron en la avenida numerosos cafés a la española que incluso preparaban el clásico chocolate con churros. En ellos, artistas, escritores y políticos crearon un refugio de intelectuales, a la vez que los refugiados franquistas y republicanos discutieron o pelearon violentamente mientras duró la Guerra Civil Española. 

El más antiguo y destacado fue el café más antiguo de Buenos Aires que aun sigue funcionando: el Café Tortoni, inaugurado en 1858, y que funcionó desde 1888 en el sitio actual. Recién en 1898 se le construyó la entrada principal en la Avenida de Mayo N° 825 - 833. Fue el primer bar en colocar sillas y mesas en la vereda. 

En él funcionaba la peña Agrupación Gente de Artes y Letras inaugurado en 1926, capitaneado por el pintor Benito Quinquela Martín. Entre sus asistentes se encontraban Alfonsina Storni, Baldomero Fernández Moreno, Juana de de Ibarbourou, Arturo Rubinstein, José Ortega y Gasset, Jorge Luis Borges y Molina Campos. Sus mesas vieron pasar figuras de la política como Lisandro de la Torre, Ernesto Palacios y Marcelo Torcuato de Alvear, populares como Carlos Gardel y Juan Manuel Fangio, o de prestigio internacional como Albert Einstein y Federico García Lorca. 

Parece ser que los mejores chocolates con churros se servían en La Armonía, fundado en 1899 y conocido también con el nombre de Café Los Cómicos, pues allí se hacían presentes muchos actores salidos de los teatros de la zona. Se encontraba en Avenida de Mayo al 1002 y su esplendor lo tuvo en 1910.

La Castellana era un café al que a principios del siglo XX podía concurrir toda la familia (en esa época se veía como impropio que una mujer concurriera a un café). En ese local se inatalaría luego una recordada joyería. A finales del siglo anterior fue un lugar de peleas entre porteños y españoles que seguían día a día la lucha por la independencia cubana. 




Fuente decorativa (cruce en Avenida de Mayo y Avenida 9 de Julio)


Antes de que se construyese la arteria, los españoles inmigraban a la Argentina por ser un país de constumbres y tradiciones similares al de ellos. El grupo de elite española ocupó un lugar importante dentro del espacio social entre fines del siglo XIX y principios del XX en coincidencia con el crecimiento económico argentino de aquel entonces y con el fuerte afianzamiento de las relaciones internacionales de ambos países que se habían roto después de la guerra de Independencia Argentina.

Entre 1895 y 1914 los barrios aledaños de la Avenida concentraban más del 50% de los españoles de la ciudad. Entre 1904 y 1909 se afincaron en la Argentina más de 170.000 españoles.

Previa a la inauguración de la Avenida existían en su entorno asociaciones de españoles. También la prensa escrita de los inmigrantes se hacía presente con publicaciones como El Correo Español, La España y Almanaque Sudamericano. Al abrirse la arteria se convirtió en la preferida de la colectividad española y la mayoría de los hoteles, cafés y casas comerciales fueron propiedad de los ibéricos. La zarzuela se estableció en ella, al establecerse los teatros Mayo en 1893 y el Avenida en 1908. El primero tenía la particularidad de que por lo angosto del terreno sobre el frente sobre la calle Rivadavia se abrían las ventanas de los camarines por no haber sido posibles construirlos en la planta baja. Inaugurado por el actor español Mariano Galé, brindó sainetes, operetas y zarzuelas, además de obras de comediantes argentinos. Fue derribado al abrirse la Avenida 9 de Julio.

En cuanto al Teatro Avenida, que supo ser refugio de la colectividad hispana, se levantava desde 1908 en un extraordinario edificio que se incendió en 1979, reconstruyéndose luego uno más pequeño en 1994. El día de su reinauguración se pudo escuchar cantar al tenor español Plácido Domingo. 

De esa manera, la avenida pensada para la clase aristocrática argentina se fue diluyendo por la españolización provocada por quienes llegaban llenos de optimismo buscando aportar su esfuerzo al país y progresar socialmente. 



Puerta del Edificio La Prensa, actual Casa de la Cultura


El enorme optimismo en el progreso del país que existía en las primeras décadas del siglo XX se vio minado por las crisis económicas y políticas que se sucedieron a partir de 1930. Por otra parte, la introducción del racionalismo en la arquitectura de Buenos Aires, carente de toda ornamentación, dejó fuera de moda a la gracia del art nouveau que dominaba la avenida.

Los edificios que la engalanaban fueron dejándose de utilizar para la función que habían sido construidas. Así los fabulosos hoteles privados pensados para los adinerados extranjeros europeos cambiaron su clientela a la de los argentinos venidos del interior del país. Varios cafés cerraron y las cedes de los periódicos fueron demolidos, abandonados, o, en el mejor de los casos, utilizados para otras tareas. 

El trazado de la Avenida 9 de Julio, extendida desde la calle Mitre hasta la Avenida Belgrano en 1944, significó la demolición de la cuadra completa de la Avenida de Mayo, entre las calles Lima y Bernardo de Irigoyen, llevándose, entre otras construcciones, al Teatro Mayo y al Hotel Splendid y provocando una ruptura en la continuidad de la avenida en cuyo cruce se implantó primero una rotonda, luego eliminada y reemplazada por cuatro plazoletas. 

A partir de los años sesenta, la moderna arquitectura contemporánea fue apareciendo en algunos edificios construidos para oficinas, rompiendo la armonía y la homogeneidad que caracterizaba a la avenida.

Con el tiempo, muchos edificios fueron construidos sin ninguna relación ni respeto por el patrimonio arquitectónico. En los últimos años, el Programa de Revitalización de la Avenida de Mayo, producto del Tratado General de Cooperación y Amistad entre los gobiernos de España y Argentina ha corregido significativamente esto buscando recuperar la memoria histórica de la ciudad y su patrimonio. En este proyecto participaron el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y la Comisión Internacional del Quinto Centenario de España.



Pasaje Urquiza Anchorena (Avenida de Mayo 747/Rivadavia 742/50)


domingo, 11 de agosto de 2013

Patrimonio turístico y artístico de la Comunidad de Madrid

Fuente de Cibeles, Madrid


El sector de turismo de la Comunidad de Madrid se ha perfilado como una de las actividades económicas más pujantes de esta región española, recibiendo, en 2006 más de 8 millones de turistas, lo que se traduce en un aumento del 9,41% respecto al año 2005. Con esta cifra, la región superó en número de visitas a países como Brasil, Croacia o Egipto.

La región cuenta con tres Patrimonios de la Humanidad: El Monasterio y Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial, el Paisaje Cultural de Aranjuez y la Universidad y recinto histórico de Alcalá de Henares. Junto con Barcelona Madrid es la provincia española que posee un mayor número de Patrimonios de la Humanidad. 

La Villa de Madrid posee uno de los cascos históricos más extensos entre las grandes ciudades europeas. Se articula alrededor del Madrid de los Austrias, barrio que concentra la mayor parte de los monumentos de la capital junto al Madrid de los Borbones. Sus principales atractivos turísticos se encuentran en el terreno de la pintura y en el de la arquitectura. La ciudad cuenta con 78 museos, 103 centros culturales, 21 salas de exposiciones, 87 galerías de arte, 600 edificios destacados Patrimonio Artístico, 1971 monumentos, 59 teatros, 65 cines, 50 salas de música y concierto, 348 salas de fiestas y discotecas, 7 tablaos flamencos, 2825 restaurantes, 16.000 bares y cafeterías y 51.714 comercios, según datos de la Dirección General De Turismo del Ayuntamiento de Madrid (2006).

  • El Prado es el museo de mayor afluencia de la capital. Se encuentra en la órbita de los grandes museos internacionales, gracias a sus importantes colecciones de pintura española de los siglos XI a XVIII, flamenca de los siglos  a XVII e italiana de los siglos XV a XVIII, y la presencia, en sus fondos, de un número muy relevante de obras maestras de pintores universales. La escuela francesa del siglo XVII también está muy bien representada y aunque las obras de la escuela alemana son escasas, entre ellas se encuentran algunas de primera orden. 
  • Otros museos son el Museo Nacional de Arte Reina Sofía dedicado al arte de los siglos XX y XXI, y el Museo Thyssen-Bornemisza. Ambos cubren algunas de las lagunas históricas del Museo del Prado, así como el Museo Lázaro GAldiano, cuyos fondos de pintura inglesa palían los déficits del Prado. La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando posee una importante colección de pintura española y la Ermita de San Antonio de la Florida alberga los frescos de Goya. 
  • El Palacio Real de Madrid es el mayor de toda Europa Occidental. Integra la colección de armas y armaduras de la Real Armería, considerada una de las dos de mayor valor histórico del mundo, junto con la colección imperial de Viena.
  • A este edificio se le añaden algunas construcciones religiosas de relevancia como San Francisco el Grande, San Jerónimo el Real, la Basílica Pontificia de San Miguel, la Colegiata de San Isidrio, el Monasterio de la Encarnación y el Monasterio de las Descalzas Reales, así como la Catedral de la Almúneda, terminada en el siglo XX. 

Palacio de Cristal/Parque del Retiro, Madrid

  • De diferente épocas y estilos son el Antiguo Hospicio (Museo Municipal de Madrid), el Palacio de Santa Cruz, el Palacio de Lira, el Palacio de las Comunicaciones, el Palacio Logoria (estilo modernista), la Biblioteca Nacional, el Teatro Real y la Estación de Atocha
  • El Templo de Debord, regalo de Egipto a España, es un pequeño templo egipcio, rescatado de las aguas de la Represa de Asuán, que se encuentra en el Parque del Oeste
  • También tienen interés arquitectónico los puentes de Segovia y de Toledo y las puertas de Alcalá y de Toledo
  • El llamado Madrid de los Austrias con la Plaza Mayor, la Plaza de la Paja y la Plaza de la Villa como lugares destacados, se erige sobre el núcleo fundacional de la ciudad y su primera gran expansión urbanística, en la segunda mitad del siglo XVI. En esta zona se encuentran también la Puerta del Sol y la Plaza del Oriente, si bien su configuración actual es muy posterior a aquella época
  • El Paseo del Prado conserva gran parte de su trazado original, diseñado en pleno auge delas corrientes ilustradas
  • La Calle de Alcalá, la Gran Vía, la Plaza de España, el Paseo de la Castellana y la Plaza de Castilla reflejan la evolución urbanística de la ciudad en los siglos XIX y XX
  • Madrid no posee colecciones escultóricas de interés internacional, más allá de las esculturas que se exhiben en el Museo de Prado y de ciertos conjuntos que ornamentan algunos parques, paseos y plazas. Es el caso de las estatuas ecuestres de Felipe III en la Plaza Mayor y de Felipe IV en la Plaza de Oriente
  • También se destacan las fuentes de Apolo, Cibeles y Neptuno, además de la Fuente de la Fama y de la Estatua del Ángel Caído en el Parque del Retiro
  • En referencia al arte contemporáneo figuran el Museo de Escultura al aire libre de la Castellana con La sirena varada (Eduardo Chillida) y la colección escultórica del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, con obras de Pablo Gargallo, Julio González y Eduardo Chillida, entre otros
  • El Parque del Retiro, el Campo de Moro, los Jardines de Sabatini y el Parque el Capricho son los jardines históricos de la capital española

A diferencia de la capital, la provincia destaca preferentemente en arquitectura. La única excepción a esta regla se encuentra en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial que alberga cuadros de El Greco, El Bosco, Tiziano, Veronés, Tintoretto, Ribera, Zurbarán o Velázquez, así como algunas esculturas interesantes.

Los valores arquitectónicos dela provincia de Madrid se reducen a etapas y estilos concretos, con especial énfasis en el Renacimiento (Universidad de Alcalá de Henares, Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, entre otros), en el Barroco (asociado a los Reales Sitios de Aranjuez y San Lorenzo de El Escorial, etc).  No existen edificios románicos o góticos de calidad. Existen algunos restos románicos y romano-mudéjares, si bien su interés es más histórico que artístico. La iglesia del Monasterio Cisterciense de Santa María de Valdeiglesias (Pelayos de la Presa), el Templo de San Antonio (La Cabrera) o la iglesia de San Bautista (Talamanca de Jarama) son las mejores muestras románicas de la comunidad. El gótico tardío se presenta muy mezclado en diferentes puntos de la provincia. Además existen diferentes representaciones de arquitectura urbana, algunas de notable valor histórico-artístico.


  • Alcalá de Henares, cuyo recinto histórico-artístico fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1998, presenta monumentos de diferentes estilos. El edificio renacentista de la Universidad de Alcalá de Henares abrió sus puertas a principios del siglo XVI. El recuerdo de Miguel de Cervantes, hijo de la ciudad, está presente en su Casa-Museo y en la plaza que lleva su nombre. La Iglesia Magistral del siglo XV pertenece al gótico tardío. El Palacio Arzobispal, la Casa de los Lizana, el Convento de San Bernardo, las murallas medievales y el Palacio de Laredo completan el recorrido turístico

Ermita de San Isidro/Alcalá de Henares

  • La Comarca de Alcalá posee un rico patrimonio histórico-artístico. En Loeches puede visitarse los Monasterios de San Ignacio Mártir del siglo XVI y de la Inmaculada Concepción, fundada en 1640.Santrcaz cuenta con construcciones del siglo XIII, como el Castillo de Torremocha y la iglesia de San Torcuato
  • Nuevo Batztán ocupa un lugar destacado en la ruta turística de la Comarca de Alcalá. Se trata de un conjunto urbanístico del siglo XVIII, construido en pleno auge de las corrientes ilustradas. Su principal monumento se debe a José de Churringera, responsable del palacio-iglesia de Goyenche (1709 - 1713)
  • A pesar de no ser uno de los destinos turísticos más importantes de Madrid, Arganda del Rey es famosa por sus vinos y tiene un patrimonio arquitectónico de cierta relevancia en la Comunidad de Madrid.Entre su patrimonio cultural más importante, deben destacarse la Ermita de la Soledad, la Iglesia de San Juan Bautista y el Museo del Tren
  • La Villa de Aranjuez es incluida en 2001 en la lista del Patrimonio de la Humanidad, en concreto la zona del Palacio Real, los jardines históricos, los paseos arbolados, las huertas y sotos situados en la margen derecha del río Tajo y el casco antiguo. Del siglo XV datan asimismo la Real Capilla de San Antonio y la plaza del mismo nombre, diseñada según los cánones barrocos. Del mismo estilo son La Casa del Labrador, la Casa de Infantes y el Convento de San Pascual, así como el trazado urbanístico de la villa
  • Los Jardines de Aranjuez tienen una gran importancia turística. Estos bosques y parques ajardinados albergan numerosas fuentes, estatuas y templetes que han servido de inspiración a poetas y músicos
  • San Lorenzo de El Escorial cuenta con uno de los más importantes monumentos de España. Su monasterio, mandado construir por Felipe II en el siglo XVI, fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1984, junto con todo el Real Sitio. Éste integra sitios como la Casita del Príncipe, la Casita del Infante, el Real Coliseo de Carlos III, las Casas de Oficios y las Casas de Infantes. El casco histórico del pueblo se destaca por algunas construcciones de finales del siglo XIX y principios del XX
  • El entorno natural de San Lorenzo de El Escorial es otro atractivo turístico. El Bosque de la Herrería y el Monte Abantos añaden a su valor medioambiental diferentes panorámicas del monasterio. También destaca el mirador de la Silla de Felipe II. 
  • La Ruta Imperial se articula alrededor de los caminos utilizados por Felipe II en sus desplazamientos desde Madrid hasta San Lorenzo de El Escorial. Se destaca El Escorial, donde puede visitarse el Monasterio de Prestado, la Casita del Príncipe y la Iglesia de San Bernabé

Fuente de Ceres/Aranjuez


  • Manzanares el Real posee uno de los castillos más representativos de la Comunidad de Madrid. La fortaleza-palacio de la Casa de Mendoza se comenzó a construir en 1475, sobre las ruinas de una ermita romano-mudéjar. A su valor arquitectónico se añade el valor paisajístico de su enclave, en medio de la mole granítica de la Pedriza de Manzanares y de las aguas del Embalse de Santillana
  • La Ruta por los Castillos, Fortalezas y Atalayas es otra de las promociones turísticas. Tiene su origen en el sistema defensivo construido en diferentes puntos de la Comunidad de Madrid durante el período andalusí. El primer itinerario recorre la zona mesetaria de la región, donde se localizan, entre otros, los castillos de Villaviciosa de Odón, Batres y Aluencia o Villafranca del Castillo, así como las Torres de Arroyomolinos y Pinto. El segundo itinerario discurre por las comarcas serranas, tanto la de Guadarrama como la de Somosierra
  • Además de su patrimonio histórico, Manzanares el Real cuenta con un rico patrimonio natural y paisajístico. La Pedriza de Manzanares, ofrece al visitante numerosos canchales de granito, de formas caprichosas, entre los que sobresale el Risco del Yelmo, una de las máximas altitudes del paraje con 1717 metros. En La Pedriza habitan ánades reales, somormujos, garzas e incluso águilas reales y una importante población de cabras montañesas. Entre las manifestaciones del hombre se han encontrado pinturas rupestres de la Edad de Bronce
  • Chincón posee una de las plazas mayores más famosas de la región. Es de forma irregular, tanto en superficie como en altura. La plaza está presidida por la Iglesia de la Asunción, donde se conserva un cuadro de Goya. El Castillo de los Condes (siglo XV) y el Convento de los Agustinos, convertido en Parador de Turismo son otros edificios notables de la villa
  • Colmenar de Oreja, pueblo famoso por sus canteras de caliza blanca posee una plaza regular de planta cuadrada con soportales y galerías, en la que destaca el Arco de Zacatín (1794). La Iglesia de Santa María data del siglo XIII, pero tiene ampliaciones posteriores, atribuidas a Juan de Herrera. El Teatro Diguez, el Museo Ulpiano Checa, el Convento de las Agustinas Recoletas y la Ermita de Cristo del Humilladero son otros de sus importantes monumentos

Iglesia San Juan Bautista/Arganda del Rey


  • Buitrago de Lozoya posee un conjunto medieval, al pie del Embalse de Puentes Viejas, que rodea su muralla. Se trata del recinto amurallado más largo y el mejor conservado de la Comunidad de Madrid. La iglesia gótico-mudéjar de Santa María del Castillo, el castillo medieval, construido entre los siglos XIV y XV y el Museo Picasso son otros hitos turísticos de esta villa
  • Otro de los hitos turísticos de la Sierra Norte son las obras de ingeniería del Canal de Isabel II, algunas iniciadas en el siglo XIX
  • El conjunto histórico de Torrelaguna, uno de los pueblos más importantes de la Sierra Norte, está declarado Monumento Histórico Artístico desde 1974. Su plaza mayor, presidida por la iglesia gótica de Santa María Magdalena, mantiene su impronta medieval. El templo posee un retablo plateresco, obra de Narciso Tomé. La ermita de Nuestra Señora de la Soledad, la abadía de las Concepcionistas Descalzas y el Palacio de Salinas dan cuenta de la importancia histórica de esta villa
  • La Cueva del Reguerillo, declarada Monumento Histórico Artístico  en 1944, posee grabados rupestres prehistóricos
  • La Cartuja de Santa María de el Paular combina los valores naturales de su enclave con su riqueza histórico-artística. Fue fundada en 1390 por el rey Juan I y fue objeto de sucesivas ampliaciones y reformas que duraron hasta el siglo XVIII
  • En las proximidades del Valle de Lozoya se encuentra Miraflores de la Sierra, núcleo residencial que aun conserva mansiones y palacetes de finales del siglo XIX y principios del XX. Entre sus lugares más frecuentados destaca el Santuario de la Virgen de Begoña, situado cerca de una garganta fluvial
  • El Parque Natural de Peñalara es un espacio protegido de 768 hectáreas, ubicado en la zona más elevada de la Sierra Guadarrama. En esta zona protegida existen numerosas lagunas glaciares y tres circos glaciares, entre los que se destaca el circo de Peñalara
  • San Martín de Valdeiglesias es la cabecera de una de las tres subzonas vitivinícolas de la Comunidad de Madrid, junto con Navalcarnero y Arganda del Rey. Entre sus monumentos sobresale el Castillo de la Coracera, mandado construir como fortaleza señorial por Álvaro de Luna en el siglo XV.También se destacan las ermitas de La Salud, del Ecce Homo y de la Virgen de la Nueva 
  • Navalcarnero, cabecera de una importante comarca vitivinícola, cuenta con una de las plazas porticadas más representativas de la región, construida en los siglos XVI y XVII. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de corte renacentista, data de principios del siglo XVI. El templo está presidido por una torre mudéjar de estilo toledano con chapitel barroco. La Casa de la Cadena, también conocida como Carro o Carroza de la Virgen es otro edificio notable, cuyos blasones nobiliarios informan de la relevancia histórica de la villa.
  • La cocina de Navalcarnero mantiene viva las artes culinarias tradicionales castellanas, no abandonando los platos e ingredientes de la más selecta cocina española e internacional.

Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Asunción/Navalcarnero


jueves, 23 de mayo de 2013

Piazza Navona, Roma



La Piazza Navona en Roma es un ejemplo muy interesante de la evolución de la fábrica y el espacio urbano. Desde su creación como estadio romano, a un mercado medieval, hasta culminar como una soberbia plaza barroca, la plaza Navona nunca ha perdido su carácter lúdico y su poder de congregar a la gente a su alrededor. Como parte del centro histórico de Roma es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. 

La plaza sigue el trazado de un antiguo estadio, el Stadium de Dominiciano, del siglo I, cuando los romanos iban a ver allí los juegos. Se la conocía como Circus Agonalis, con el tiempo cambió su nombre de in agone a navone, y más tarde, a Navona. Se estima que tenía capacidad para unos 30.000 espectadores, aun pueden verse algunos restos de las antiguas estructuras al norte de la plaza. 

Definida como plaza en los últimos años del siglo XV, cuando se trasladó el mercado desde el Capitolio hasta aquí, la Plaza Navona pertenece a la etapa barroca romana del papado de Inocencio X. Tiene creaciones escultóricas y arquitectónicas, como las bellas fuentes de Gian Lorenzo Bernini. La más importante de ellas es la que se encuentra en el centro, llamada La Fuente de los Cuatro Ríos, de 1651, representa los cuatro grandes ríos conocidos por entonces. 

La forma en la que la arquitectura barroca emerge de la renacentista (mejor dicho, de la manierista), tiene que ver con la necesidad de exacerbar la espiritualidad de los individuos , usando para ello la exuberante interacción de la arquitectura y el arte con su entorno urbano. Éste será trabajado de manera a exaltar la obra arquitectónica por sobre el conjunto, y el orden y racionalidad clásicos, utilizados durante el Renacimiento, dieron lugar a la sorpresa, dinamismo y tensión del barroco.





Los principios geométricos y teóricos renacentistas ceden ante desarrollos individuales, absolutistas, majestuosos y, a veces, absurdos. Además, mientras el Renacimiento se desarrolló gracias al mecenazgo de comerciantes, el arte, arquitectura y urbanismo barrocos están asociados al poder monárquico y eclesiástico del siglo XVII y XVIII.

Entre 1652 y 1866 la plaza Navona adquirió además una singular tradición: el piso de la plaza se inundaba los fines de semana de cada mes de agosto (bloqueando el desagüe de las fuentes) y se convertía en un lago en honor a la familia Pamfili. Por otro lado, el mercado que se celebraba en esta plaza fue trasladada en 1869 a Campo de'Fiori. La plaza ha albergado también representaciones teatrales y carreras de caballo. 

En la esquina Sur-Oeste de la plaza la familia Pamphini decide construir su palacio que en un primer momento orientan hacia la plaza vecina. Pronto el imparable crecimiento de la Piazza Navona, junto con otras circunstancias, les llevará a realizar una reforma que vuelque el palacio hacia la nueva plaza. 

Giovanni Pamphini, segundo hijo de la familia, se dedicó como mandaban las normas de la época a la carrera eclesiástica en la que poco a poco fue ganando poder. Tras ciertos enlaces familiares fue nombrado Papa con el nombre de Inocencio X. Su predecesor era recordado por su estrepitosa manera de gastar el dinero de las arcas papales, por lo que Inocencio X se vio en la obligación de moderar el presupuesto. Aun así no quiso renunciar a la creación de una residencia al estilo de los antiguos emperadores romanos. 

El antiguo emperador Dominiciano instaló su residencia en el Monte Palatino, donde mandó construir dos edificaciones, la Domus Flabia  correspondía a la parte pública de la residencia, mientras que la Domus Agustiana correspondía a la parte privada, donde se encontraban sus apostentos. Ambas estaban conectadas entre sí y a su vez lo estaban con un tercer espacio dedicado al espectáculo y a la diversión. 





Con esta idea en mente, Giovanni Batista Pamphini (Inocencio X) no puso encontrar mejor emplazamiento emplazamiento que el palacio de la familia en la Piazza Navona. Para llevar a cabo la reforma necesaria decidió comprar todos los inmuebles entre su palacio y la Iglesia de Santa Inés, ubicados en el centro de la plaza. 

En esta nueva residencia, al igual que en la del antiguo emperador romano Dominiciano encontramos tres partes diferentes: el propio palacio representa la parte privada, la basílica representa la parte pública, y la plaza que las une, donde antes se encontraba el antiguo circo, será la zona de espectáculos. 

Para adornar esta gran plaza encarga, en 1645 al arquitecto Borromini una nueva conducción de aguas hasta la plaza Navona alejando el escaparate de Roma de la residencia de los Barberini (familia del Papa predecesor) y trasladándola a una nueva plaza privada. Llama la atención que no se le haya encargado la obra a Gian Lorenzo Bernini. Los motivos de tal decisión fueron las siguientes: 


  • Bernini había proyectado demasiadas fuentes para la familia Barberini, enemiga de los Pamphini.
  • Bernini acarreaba sobre sus espaldas el reciente fracaso de su proyecto para los campanarios de la Basílica de San Pedro, ya que durante su ejecución aparecieron importantes grietas en los cimientos y se optó por derribarlas antes de que fueran terminadas. 


Con estos incidentes en mente le encarga el proyecto a Borromini que se encuentra en un momento de auge en su carrera. Propone coronar la fuente con un obelisco y en su base representar, mediante cuatro cabezas de león como surtidores de agua los cuatro ríos más importantes del mundo conocidos hasta entonces. El Danubio para Europa, el Ganges para Asia, el Río de la Plata para Sudamérica y el Nilo para África. 




Hacia 1648 el Papa ordena trasladar hasta la plaza Navona un obelisco que se encuentra abandonado en un antiguo circo de la ciudad. Para costear el traslado impone un pago de 25 escudos a todas las obras que se encuentren en ejecución en la ciudad. Hacia la misma fecha aparecen los primeros documentos que señalan a Bernini como futuro autor de dicha fuente. 

Existen dos versiones de como Bernini logró dicho encargo: 

  • Según la biografía de Bernini escrita por su propio hijo, el Papa propuso un concurso en 1647 para nombrar al encargado de construir la fuente. Bernini fue excluido de dicho concurso por los motivos antes mencionados. De todos modos un príncipe de la realeza convenció a Bernini de que realizara un proyecto para la fuente prometiéndole de que él se encargaría de presentársela al Papa. El príncipe cumplió su palabra e introdujo a escondidas la maqueta en el palacio papal. El Papa quedó absolutamente deslumbrado  y decidió darle el encargo
  • La segunda versión cuenta que Bernini decidió por su cuenta elaborar un proyecto para la fuente y que una vez que lo hubo diseñado fabricó una maqueta en 1,20 metros de altura en plata y se la regaló a la cuñada del Papa de quien conocía bien sus gustos

El elemento central en la obra de GIanlorenzo Bernini, la Fuente de los Cuatro Ríos, esculpida entre 1648 y 1651. Cuatro figuras de mármol dispuestas en dramática tensión representanal Nilo (cuya oscura faz representa los orígenes desconocidos de dicho río), el Danubio (que mira hacia los emblemas de Inocencio X), el Ganges (sosteniendo un remo por su longitud como río navegable) y el Río de la Plata (rodeado de moneadas para simbolizar la riqueza de América), representando cada uno de los cuatro continentes conocidos por ese entonces. Cabe recordar que Australia recién estaba siendo descubierta, y nadie sabía aun que era un continente. 





Además la plaza presenta dos fuentes a ambos extremos esculpidos por Giaccomo della Porta: al sur se halla la Fuente del Moro, de 1575. Casi un siglo después, en 1673, Bernini le aumentó la figura de un moro luchando con un delfín, de allí el nombre de la fuente. Adicionalmente cuatro tritones fueron añadidos en el siglo XIX. Al norte de la plaza se encuentra la Fuente de Neptuno, creada en 1574, aunque la estatua del dios marino fue recién añadida en 1878 por Antoio della Bitta. 

La Basílica de Santa Agnes en Agone fue construida sobre un santuario que databa del siglo VIII. Esta iglesia había sido encargada a Girolamo Rainaldi y su hijo Carlo, pero el diseño no satisfizo al papa. Por tanto, en 1653, ya con los cimientos construidos, Borromini se encargó de los diseños y de su construcción. 

Manteniendo la planta en cruz de la misma, alteró la fachada para darle una forma cóncava sobre la que se ubicaba una esbelta cúpula. Los cimientos de la propuesta original tenían forma de cruz griega, a la que Borromini añadió ocho grandes columnas de mármol rojo para sostener la cúpula, enfatizando la percepción del espacio como octogonal en lugar de cruciforme. 

La revolucionaria fachada cóncava influenció otras iglesias barrocas en Europa. Además Borromini agregó dos torres laterales, lo cual da protagonismo a la fachada y la aleja de un esquema centralizado como es, por ejemplo, San Pedro en el Vaticano. La iglesia fue construida por Carlo Rainaldi luego del suicidio de Borromini en 1667. Finalmente fue el propio Bernini quien concluyó la obra en 1672, respetando en general la fachada de Borromini, añadiendo un pedimento ubicado sobre un ático. Su cúpula tiene frescos representando el martirio de Santa Agnes.

Además de la iglesia, otros importantes edificios están ubicados en la plaza, como el Palacio de los Pamphili, donde se ubica la galería con frescos de Pietro da Cortona, la Iglesia de Nostra Signora del Sacro Cuore, el Palacio Braschi, realizado por Francesco Orsini, a fines del siglo XVIII, el Palacio Lancelotti, realizado por Pirro Logrio en 1552 y el Palacio Tuccimei que data de mediados del siglo XVI.




sábado, 19 de enero de 2013

Piazza dei Miracoli, Pisa, Italia



La Piazza dei Miracoli (es decir, Plaza de los Milagros) o Piazza del Duomo es una amplia área amurallada en el corazón de la ciudad de Pisa, Toscana, renombrada como uno de los principales centros de arte medieval del mundo. En parte pavimentada, en parte cubierta de hierba, está dominada por cuatro grandes edificios religiosos: el Duomo, la Torre inclinada (o campanario) de Pisa, el Baptisterio y el Camposanto. En 1987 la plaza fue declarada Patrimonio de la Humanidad.

El corazón de la Piazza dei Miracoli es el Duomo, la catedral medieval  dedicada a la Asunción de la Virgen . Es una basílica de cinco naves con un transepto de tres naves. Se comenzó a construir en 1064 por el arquitecto Burscheto y originó el dinstintivo estilo románico pisano en arquitectura. Los mosaicos del interior muestran una fuerte influencia bizantina, mientras que los arcos apuntados indican la influencia islámica. 

Las enormes puertas principales de bronce, se realizaron en los talleres de Giambologna. En el pasado los visitantes entraban por la Puerta de San Rainiero, ubicada frente a la Torre inclinada. Realizada alrededor de 1180 por Bonnano Pisano, esta puerta está actualmente desplazada de su ubicación original al lado opuesto del Baptisterio cuando se erigieron las puertas de Gianbologna. 

El impresionante mosaico del ábside, Cristo en majestad, flanqueado por la VIrgen y San Juan sobrevivieron al incendio de 1595. La cúpula, en el crucero de la nave, fue decorado por Riminaldi. Se cree que Galileo formuló su teoría sobre el movimiento de un péndulo al ver el balanceo del incensario que colgaba del techo de la nave. Esta lámpara de incienso, más pequeña y simple que la actual, está conservada en el Camposanto. Las enormes columnas corintias de granito entre la nave y el pasillo provienen originalmente de la mezquita de Palermo, capturada por los pisanos en 1063. 

El techo de artesonado de la nave fue reemplazada después del incendio de 1595. La techumbre actual muestra el escudo de armas de los Médicis. El elaborado púlpito tallado (1302 - 1310) que también sobrevivió al fuego es obra de Giovanni Pisano y es una de las obras maestras de la escultura medieval. El púlpito está apoyado en columnas lisas montadas sobre esculturas en un lado y en el otro por cariátides y un telamón. Un plinto central con las artes liberales apoya a las cuatro virtudes teologales. 



La iglesia también contiene las reliquias de San Rainiero, el santo patrón de Pisa, y la tumba del sacro emperador romano germánico Enrique VII, esculpido por Tino de Camaino en 1315. Esta tumba fue desmontada y cambiada de posición varias veces a lo largo de los años, especialmente por razones políticas. Las estatuas originales están actualmente en el Museo dell'Opera del Duomo. El edificio, como varios en Pisa, está también ligeramente ladeado desde su construcción. 

La torre inclinada de Pisa es el campanario de la catedral. Comenzó a inclinarse tan pronto como comenzó su construcción en agosto de 1173. La altura de la torre es de 55,7 a 55,8 metros desde la base, su peso se estima en 14.700 toneladas, y la inclinación de unos 4º extendiéndose 3,9 metros de la vertical. La torre tiene 8 niveles, una base de arcos ciegos de 15 columnas, 6 niveles con una columnata externa y remata en un campanario. 

El gobierno de Italia solicitó ayuda el 27 de febrero de 1964 para prevenir su derrumbe, y el 7 de enero de 1990 fue cerrada al público como medida de seguridad. Recientemente fue realizado un trabajo de reconstrucción para tratar de reducir el ángulo de inclinación. Se volvió a permitir la entrada al público el 16 de junio del 2001, después de la finalización de 10 años de trabajo.

El Baptisterio, dedicado a San Juan Bautista, está frente al extremo occidental de la catedral. El  edificio comenzó a construirse a mediados del siglo XII. Existe una inscripción al respecto que reza: En el mes de agosto de 1153 fue aquí fundada....Se construyó en estilo románico por un arquitecto conocido como Deustesalvet (en realidad fue el responsable de la construcción de la cara inferior del Baptisterio de Pisa). Su nombre está mencionado en un pilar interior. La construcción, sin embargo, no terminó hasta el siglo XIV cuando la loggia, la planta superior y la cúpula, fueron añadidos en estilo gótico por Nicola y Giovanni Pisano. 

Es el baptisterio más grande de toda Italia. Su circunferencia mide 107,25 metros. Contando la estatua de san Juan Bautista, en la parte superior de la cúpula, es incluso unos centímetros más alto que la torre inclinada. 



El portal, que queda frente a la fachada de la catedral, está flanqueado por dos columnas clásicas, mientras que las jambas interiores están realizadas en estilo bizantino. El dintel está dividido en dos pisos. La inmensidad del interior es impresionante, pero sorprendentemente sencillo y carece de decoración. Tiene una acústica destacada. 

El púlpito fue esculpido entre 1255 y 1260 por Nicola Pisano, padre de Giovanni Pisano, el arrtLa historia del sta que realizó el púlpito de la catedral. Las escenas del púlpito, y especialmente la forma clásica de Hércules desnudo, son buen ejemplo de las cualidades de Nicola Pisano como el más importante precursor de la escultura renacentista italiana, al restablecer las representaciones antiguas. 

El cammposanto monumentale (cementerio monumental) queda en el límite norte de la plaza. Se dice que se erigió sobre un cargamento de tierra sagrada procedente del Gólgota, traído a Pisa durante la Cuarta Cruzada. 

El edificio comenzó a construirse en 1278 por el arquitecto Giovanni di Simone, y recién fue terminada su construcción en 1464. El muro exterior está compuesto por 64 arcos ciegos. Hay dos entradas, la de la derecha está coronada por un elegante tabernáculo gótico, obra de un seguidor de Giovanni Pisano. El patio interior está rodeado por elaborados arcos de medio punto con finos parteluces y tracería plurilobulada.

Contiene una amplia colección de esculturas romanas y sarcófagos, de los cuales solo se han podido conservar 84. Los muros estuvieron recubiertos de frescos, los primeros de 1360, los últimos datan de tres siglos más tarde. Las Historias del Antiguo Testamento de Benozzo Gozzoli (siglo XV), se encontraban en la galería norte , mientras que la arcada meridional era famosa por las Historias del Génesis, de Piero di Puccio (realizadas a finales del siglo XV). El fresco más destacado era el Triunfo de la Muerte de Buonamico Buffalmacco. El 27 de julio de 1944 los Aliados lanzaron bombas incendiarias que prendieron fuego al tejado y los cubrió de plomo fundido, destruyéndolos. Desde 1945 las obras de restauración han ido avanzando, y actualmente el Camposanto ha recuperado su estado original. 




jueves, 13 de diciembre de 2012

El silencioso encanto de Colonia del Sacramento



Colonia del Sacramento, conocida en el medio local simplemente como Colonia es la capital del departamento de Colonia en el suroeste de Uruguay. Está ubicada en la ribera norte izquierda del Río de la Plata y a 177 kilómetros de Montevideo. Se encuentra emplazada sobre el cabo que forman las puntas de San Pedro y Santa Rita.

Su barrio histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1995 por la Unesco al ilustrar la fusión exitosa de los estilos portugués, español y post-colonial. Este casco antiguo comprende 12 hectáreas del extremo occidental de la ciudad. El plano es de origen portugués y contrasta con el estándar que prescribía la ley española sobre las Indias Occidentales. Se caracteriza por sus calles angostas de piedra, que resaltan su tradición militar.

La Nova Colonia del Santísimo Sacramento fue el primer asentamiento europeo y la primera y más antigua ciudad en lo que hoy es territorio uruguayo, realizado en 1640 por el Maestre de Campo Manuel Lobo del Reino de Portugal. Con el apoyo de los comerciantes de Río de Janeiro, deseosos de consolidar sus negocios con la  América española, a finales de 1679 la expedición de Manuel de Lobo partía de Santos, alcanzando el Río de la Plata  en enero del siguiente año. 

El territorio formaba parte de la Gobernación del Río de la Plata y se hallaba al oeste de la línea fijada por el Tratado de Tordesillas, pero ante las imprecisiones de dicho tratado y de los métodos de medición de la época, los portugueses consideraban que la línea debía extenderse hacia el oeste del meridiano fijado por los españoles y solían incluir a toda la Banda Oriental dentro de su reclamación. 





El asentamiento se ubicó frente a Buenos Aires, en el territorio oriental del Río Uruguay que pretendía la Gobernación del Río de la Plata, perteneciente a España, así como del Reino de Portugal. Además de la finalidad militar, el establecimiento de Colonia atendía a los intereses del sector mercantil de la burguesía portuguesa interesada en recuperar el acceso de intercambio con Buenos Aires, legalmente protegido por el privilegio "de asiento". La supresión del monopolio portugués del suministro de esclavos africanos en 1640, cortó la posibilidad de envío a la América española de productos brasileños como el azúcar, el tabaco y el algodón y de productos manufacturados europeos a cambio de plata peruana. 

El casco histórico de Colonia fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995. Su arquitectura es una fusión de estilos arquitectónicos españoles, portugueses y post-coloniales. La singular preservación del entorno ha permitido la utilización de sus calles como exteriores de varias películas de época como De eso no se habla (1993) de María Luisa Bemberg con Marcello Mastroianni como protagonista. La Calle de los Suspiros es una de las más típicas y conocidas. 

En la Punta de San Pedro se encuentra el faro que fue construido en el año 1875 y está constituida por una torre de mampostería pintada de blanco con ruinas de una de una edificación antigua de pie. Tiene una cúpula a franjas radiales rojas y blancas. Su altura focal es de 34 metros sobre el nivel del mar y su característica es de un destello de luz blanca cada 9 segundos, siendo visible a 6,4 millas en tiempo claro.

Luego de casi 200 años el hoy llamado Barrio Histórico de Colonia del Sacramento era ruina, destrucción y abandono. Era un sitio olvidado y el último lugar que alguien eligiría para vivir. 





En 1968 Federico García Capurro y Jorge Otero Mendoza convencieron al antonces presidente Jorge Pacheco Areco de la importancia de recuperar el Barrio Histórico. Hasta ese año diferentes iniciativas habían tenido lugar, pero ninguna había prosperado y se habían limitado a intervenciones puntuales, como la que tuvo lugar en la Catedral, en la década de los años 50, motivada por las filtraciones de agua.

Las obras incluyeron la reconstrucción de toda la muralla visible al día de hoy, que en 1969 no existía, la Puerta del Campo, reconstruida con algunas piedras originales y nuevas, el Museo Español, el Museo Portugés, la Casa de Nacarello, el Museo Indígena, la Casa del Virrey en las ruinas del convento. 

En la Punta Santa Rita, del lado norte del Cabo, hay un pequeño puerto para embarcaciones deportivas y de recreo llamado Puerto Viejo. La capacidad de amarre es de más de 160 embarcaciones. Es lugar de llegada de las Regatas del Río de la Plata. 

Algunos de los lugares imperdibles al visitar Colonia son las siguientes: 

Puerta de la Ciudadela: También llamada Puente del Campo está ubi, el fuerte, los muros cada frente a la actual Plaza de 1811. Se inauguró en 1754 en el período del gobierno de Vasconsellos. La puerta y el puente tendido sobre el foso, los pilares de piedra, el fuerte, los muros y el pavimento conforman un notable centro de interés histórico. Su puente levadizo era la única puerta de acceso que tenía Colonia. Sus bases de apoyo eran de piedra y de cal, su piso de tablones fuertes unidos por gruesas vigas y una baranda.

Calle de los Suspiros: En este punto de recuerdos de callejuelas angostas y casas con tejas descoloridas, adornadas de manchados balcones con musgo aun corretean los viejos y olvidados duendes de Colonia del Sacramento. La característica calleja de piedra de los siglos XVI y XVII. romántica y atesorada, hoy aun conserva las características de su fundación. Encontramos casas portuguesas y españolas. diferenciando las portuguesas por sus techos a dos o más aguas, con ventanas enrejadas de barrote cuadrado con aristas y un arabesco al centro y las españolas con un techo de azote y el enrejado de las ventanas de barrote redondo y liso. Esta antigua callejuela, rodeada de casas rosadas con techos de tirantería. cañas aseguradas con tiento y adobe, son el objetivo ideal de la fotografía de cada visitante, engalanada con la armonía de su edificación  y la presencia del río al final del empedrado. 





El Faro: El faro de Colonia del Sacramento tiene una historia imposible para olvidar, tanto para sus vecinos como para la infinidad de buques que vio pasar. Tantos fueron los naufragios ocurridos en la zona que la necesidad de alumbrar la ciudad durante la noche comenzó a hacerse sentir entre sus habitantes. Las seculares ruinas del convento de San Francisco Javier corresponden a una de las más antiguas construcciones de Colonia del Sacramento. Los anchos y elevados muros de piedra aun se mantienen en pie. Delante, y avanzado hacia la plaza, se ubica la Capilla de la Concepción, cuyos cimientos se encuentran actualmente descubiertos y a la vista. 

Colonia del Sacramento guarda un tesoro único que puede descubrirse mientras se transita por sus calles empedradas. Ese tesoro no es otro que sus museos, que permiten al visitante adentrarse en la historia del lugar, así como también en las poblaciones que las habitaron desde sus años fundacionales.

Un folleto turístico da cuenta de la existencia de ocho museos distribuidos por las calles de la vieja pero siempre radiante Colonia del Sacramento, los más importantes son:

Museo Histórico Portugés: Una construcción portuguesa del siglo XVIII guarda en su interior un viejo escudo, muebles, armamento y reproducciones de objetos de época y mapas cartográficos. 

Museo Casa Nacarello: Llamada también la Casa Rosada, construcción portuguesa del siglo XVII, emplazada junto al Museo Municipal, nos muestra con una sensibilidad refinada la vida de una familia tipo en 1750. Sus paredes de piedra y sus techos con entramado de madera fueron las partes más corroidas con el pasar del tiempo. Fue abierta al público en 1944. 




A estas construcciones portuguesas, como ocurre también con el Museo Municipal, llegó también la influencia española, que en general se dio con la incorporación de tejas, terrazas y distintos tipos de cielorrasos.

El Museo y Archivo Histórico Regional: Muestra, de manera clara la información y la documentación que manejaban Portugal, España, Inglaterra, Francia, y, más tarde, Brasil, Argentina y Uruguay sobre este lugar del mundo.

El Museo Indígena Roberto Banchero permite apreciar las huellas que dejaron en toda la región las culturas indígenas antes de la llegada de los conquistadores europeos. Se destacan las boleadoras, puntas de flecha, morteros y algunas cerámicas que eran moldeadas por los pueblos originarios de estos sitios.

Años más tarde, en 1777, comenzaron a poblar el área algunas familias españolas. Esto se puede apreciar puertas adentro del Museo del Período Histórico Español, que se ubica en una vieja casona portuguesa del siglo XVII. 

Museo del Azulejo: Frente el Río de la Plata sobre el Paseo de San Gabriel, una pequeña casa de piedras y techos bajos esconde un verdadero tesoro que atrae a todas las generaciones que pasan por el lugar y que deciden visitarlo. De colores blanco, celeste y azul en su gran mayoría, la enorme variedad de azulejos que allí se exhiben permiten entender la inmigración que recibió Colonia del Sacramento a lo largo de los siglos desde su primera fundación portuguesa. Este bello museo fue inaugurado en 1988 y aun hoy lleva a entender a los visitantes el origen de los azulejos blanqui-azulados que indican lugares y calles. 

Calles angulares, angostas y pavimentadas, con piedra de cuña, con desagüe central, gruesos muros de piedra, techos de piedra a dos y cuadro aguas, pisos de cerámica y de piedra conforman una postal inolvidable para quienes tienen el privilegio de contemplarla. Un entorno de maravilla que embruja y fascina con su magnetismo. Por ello, descubrir Colonia es un verdadero encanto.