sábado, 4 de agosto de 2012

Murano y Burano, dos encantadoras islas venecianas



Venecia, con sus islas de Murano, Burano y Torcello hacen parte de las muchas piezas que fueron lanzadas al azar sobre la extensión de la laguna veneciana. La larga y delgada Lido di Venezia se encuentra al oriente y se extiende por diez kilómetros hasta el sur de otro estrecho, llamado Pellestrina, en donde se ubica el relajado pueblo de Chioggia. 

A un kilómetro de navegación de Venecia se encuentra la isla de Murano un sitio encantador, también conocido como la Isla de los Fuegos, debido a la innumerable cantidad de hornos que allí se establecieron. En realidad, más que una sola isla, Murano está formada por un total de 118 islas unidas por 354 puentes. Aun en la actualidad los hornos siguen encendidos para alimentar la producción artesanal de vidrio, una tradición que ha pasado viva de generación en generación. 


Aunque deba su nombre a Murano, este cristal se ha convertido en imagen de toda Venecia. Durante siglos, los artesanos trataron de proteger uno de sus mayores tesoros. En Venecia, el trabajo del cristal se remonta a la antigüedad, aunque es sobre el siglo XIII cuando cobra gran importancia. Durante esa época de gran florecimiento de la república veneciana, los hornos se desplazan a Murano. 






Murano fue fundada por los romanos y desde el siglo VI. En un principio la isla prosperó como puerto pesquero, y gracias a la producción de sal. Desde el siglo XI, la ciudad empezó a caer en declive, debido a que muchos habitantes se mudaron a Dorsoduro (Venecia). Desde el siglo XV la ciudad se hizo popular como sitio de vacaciones de los venecianos. El campo de la isla era conocido por sus árboles frutales y sus hermosos jardines hasta el siglo XIX, cuando comenzaron a construirse las primeras casas. 


Las atracciones turísticas de la isla son La Iglesia de Santa María y San Donato, conocida por sus mosaicos bizantinosdel siglo XII, además se dice que alberga los huesos de un dragón que mató a San Donato, la Iglesia de San Pietro Martire y el Palacio de Mula. Las atracciones relacionadas con el cristal incluyen muchas obras en este material, algunas de ellas de la época medieval. Asimismo hay un Museo del Cristal que se encuentra en el Palacio Giustiniani. 


Por su parte, la isla de Burano, cercana a Murano, es una de las más pintorescas islas de la laguna veneciana. La separa de Venecia unos escasos 7 kilómetros, lo que equivale a un viaje de cuarenta minutos en vaporetto. 



Burano es una isla que se encuentra en la laguna de Venecia. La isla no tiene muchos atractivos turísticos aparte de su Museo de Encaje y sus coloridas construcciones. No obstanre, Burano tiene un ambiente muy distinto a aquel que se percibe en Murano o en el centro histórico de Venecia. En Burano, las construcciones están pintadas de colores muy llamativos, dado lugar a una apariencia increíble. 

Burano es, en esencia, una Venecia en miniatura: antiguas casas pequeñas y muy vistosas, situadas en calles surcadas por una maraña de canales y unidas por numerosos puentes. No obstante, al ser más pequeña que Venecia, estos puentes y canales parecen mucho más acogedores, y por otro lado, como ya mencionamos, el colorido de las casas le dan una alegría y luminosidad que no tiene Venecia.


Se dice que las casas fueron pintadas con estos colores para que los pescadores pudieran reconocer sus hogares desde donde realizaban su labor, en las aguas lejos de la isla. Esta idea es muy romántica y muy agradable, aunque probablemente no sea totalmente cierta. Aun a pesar de ello, los colores de Burano hacen de este lugar un paraíso para cualquier fotógrafo. 





Los habitantes de Burano tradicionalmente se dedican a la pesca y a la elaboración de encaje. En la isla de Burano es posible adquirir hermosas piezas de encaje hechas a mano, con la mejor calidad. 


Es posible encontrar piezas de encaje de la mejor calidad y hechas a mano en esta encantadora isla, aunque también existe un gran número de encajes de contrabando, hechas a granel por China y otros países de Asia, generalmente de menor precio que las originales. 


Burano no tiene muchas atracciones turísticas, aunque la isla en sí misma es un lugar muy atractivo. Uno de sus lugares más famosos es la Iglesia de San Martino, que tiene un impresionante campanario inclinado. Es un pueblo de un intenso sabor marineroy pescador. Aun es posible observar a los pescadores en el puerto, y sus gentes paseando y charlando tranquilamente en las puertas de sus casa, como si estuviéramos en otra época.













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