miércoles, 25 de julio de 2012

Santorini, la joya de las Cyclades



Santorini, Thera o Tira es un pequeño archipiélago circular formado por islas volcánicas, localizado en el sur del Mar Egeo, unos 200 kilómetros al sureste del territorio continental griego. Forma el grupo de islas más meridional de las Cícladas, con una área aproximada de unos 37 kilómetros cuadrados y una población de 13.402 habitantes. Su nombre actual es de origen italiano debido a los mercaderes venecianos medievales que la llamaron Santa Irene, en honor a la patrona de la isla, Santa Irene de Tesalónica. 

Santorini es, en esencia, lo que queda de una enorme explosión volcánica que destruyó los primeros asentamientos existentes, haciendo desaparecer gran parte de su territorio de la antigua isla y provocando la creación de la caldera ecológica actual. Su espectacular belleza, junto con una animada vida nocturna, la han convertido en uno de los principales destinos turísticos de Europa. Sus construcciones tienen un aspecto oriental, con casas blancas y marcos de ventanas y puertas de azul, como se puede encontrar en las costas de Marruecos o Túnez. Por otro lado, también se han formulado reproches contra el carácter desordenado y excesivo de su desarrollo urbanístico reciente.


La gigantesca laguna central, de unos 12 km de longitud y 7 de anchura, está rodeada por tres lados por altos acantilados de unos 300 metros de altura. Las pendientes de la isla descienden desde lo alto del acantilado hasta el circundante del Mar Egeo . En el cuarto lugar la laguna está separada del mar por una isla mucho más pequeña, Thirasia, la laguna se une al mar por dos sitios, al noroeste y al sudoeste. Las aguas en el centro de la laguna tienen una profundidad de unos 400 metros , haciuendo posible la navegación de todo tipo de buques. Los puertos de la isla están todos en la laguna , y la capital, Fira, cuelga de lo alto del acantilado, sobre la ladera que desciende a la laguna.








En 1860 se descubrieron restos arqueológicos durante la puesta en marcha de una cantera destinada a proporcionar pumita para la construcción del Canal de Suez. Hasta 1967 no se emprendieron excavaciones sistemáticas, bajo la dirección del polémico Spyridon Marinatos. Como resultado se comprobó que la isla había sido sede de una sociedad rica y desarrollada, culturalmente muy relacionada con la civilización minoica. Entre los restos han aparecido objetos y frescos que revelan una intensa relación comercial, con objetos procedentes no solo del Egeo, sino también de Egipto, Chipre y Anatolia.


En la Antigüedad la isla estuvo sucesivamente sujeta a los diversos poderes que dominaron el Egeo. Pasó de la dependencia de la Liga de Delos a la del reino ptolemaico de Egipto, Roma y finalmente el Imperio Bizantino. Desde 1204 y hasta 1579 estuvo bajo dominio de la república veneciana, pasando luego al dominio otomano. En 1840, con el Tratado de Londres, se incorporó a Grecia.


Entre 1628 y 1627 antes de Cristola erupción del volcán terminó con una gigantesca explosión de cadera del mismo tipo que la mucho más estudiada de Krakatoa (Indonesia) de 1883. Como efecto de la explosión la isla perdió buena parte de su superficie  y se puso en marcha un tsunami que asoló el Mediterráneo Oriental, provocando, entre otros efectos, una grave crisis de la civilización minoica de Creta. Parece que la población encontró tiempo suficiente para evacuar la isla, lllevándose muchos de sus muebles. La emisión fue muy intensa y la emisión de polvo oscureció la atmósfera lo suficiente como para que el hecho fuera observado en China. El enfriamiento del tiempo ha quedado registrado en anillos de los árboles, incluso en Canadá. En Egipto, jeroglíficos datados de ese período muestran que la nube lo asoló. El fenómeno duró nueve días en Egipto, medio día en China y se estima que una hora en la Antártida. 








Uno de los grandes intereses de Santorini son los magníficos sitios arqueológicos y los museos. Se destaca uno de los yacimientos más importantes de la isla, el Yacimiento Arqueológico de Akrotiri, con ruinas de la Época Minoica. Se trata de una ciudad que quedó enterrada tras la primera erupción del volcán, y que se conservó en perfecto estado por haber quedado cubierta por una gran capa de lava solidificada. Es conocida como la Pompeya minoica. Muchos de los hallazgos pueden verse en los museos de Santorini, como en el Museo de Prehistoria, por ejemplo.


Existen otros museos, como el de Megaron Gyzi, una mansión del siglo XVIII, que posee una interesante colección de fotos de Fira antes y después del terremoto de 1956. También existe el Museo Arqueológivo, menos impresionante que el Museo Prehistórico. Por otro lado nos encontramos con el Centro Cultural Bellonio, con su biblioteca, sus salas de exposiciones y de conciertos, entre muchos otras interesantes propuestas. 


Hoy la isla en un santuario de paz y calma, un rincón idílico, donde los turistas de todo el mundo pasan unos días alejados del mundial ruido. Es un remanso de paz para descansar con la mirada fija en el sol que se sumerge en el mar continuando su viaje casi eterno. 







Finalmente, las playas volcánicas de Santorini no son las más conocidas de Grecia, aunque destacan por su diversidad, su encanto particular y el color cambiante de la arena o de las piedras que la tapizan. Nombres como Pervivolos, la Playa Blanca, la Playa Roja, Baxedes, Pori, con su puerto y sus casitas de colores, son nombres dignos de recordar. 


Una de las actividades más tipicamente espectaculares de Santorini es disfrutar del atardecer en el pueblo de Oia. Esta zona de la isla está llena de atractivos (entre los cuales se puede destacar un recorrido espectacular al pie de los acantilados), uno de los más recomendados es la ruta desde Imerovigli a Oia. 


También existe la posibilidad de degustar la gastronomía local, como también seguir la ruta del vino de Santorini, con sus blancos achampanados y el famoso visanto, uno  de los vinos con más solera del mundo. Se trata de un vino dulce y aromático, sin adición de alcohol. Su producción data desde la Antigüedad, mientras que en la Edad Media fue exportado a Venecia y Estambul. En el siglo XVIII llegó hasta el Mar Negro y Rusia. Aunque durante gran parte del siglo XX perdió su popularidad, la ha vuelto a recuperar durante los últimos años. 



























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